Con amor y sororidad: yo sí te creo
Queremos empezar este texto agradeciendo a las periodistas que sacaron la voz para denunciar las agresiones por parte de Martín Rodríguez Pellecer. Quitarle la máscara de “aliado” a alguien que tiene tanto poder y está acuerpado por un pacto patriarcal que lo justifica, le da el beneficio de la duda e incluso lo defiende, es una batalla nada fácil de enfrentar. También agradecemos el riguroso trabajo de investigación de la periodista Catalina Ruiz-Navarro, que desde el primer tuit de denuncia no dudó en confrontar al agresor e iniciar la investigación; por poner el #YoTeCreo en práctica y por visibilizar la forma en la que operan estos agresores que instrumentalizan los feminismos para acosar y agredir a las mujeres. Es importante reconocerlos para mantener nuestros espacios de encuentro, de trabajo, de amistad y de fiesta libres de violencia.
Queridas periodistas: LES CREEMOS PLENAMENTE, no dudamos de ustedes. Nada de lo que pasó fue su culpa ni su responsabilidad, estamos con y para ustedes. Deseamos que su proceso de sanación sea amoroso y acompañado por un red de apoyo que les recuerde todo el tiempo lo valientes que han sido, que las abracen por nosotras cuando ustedes lo necesiten y que las escuchen sin dudar de sus palabras.
Muchas mujeres al leer sus testimonios lloramos, sentimos rabia, quisimos abrazarlas y nos sentimos identificadas. Nos identificamos en esa posición de sentirnos incómodas, asqueadas y avergonzadas aún sin saber que lo que acaba de suceder es violencia. Nos identificamos al ceder porque el agresor no va a dejar de insistir aún cuando sus ofrecimientos van en contra de nuestros deseos; al verse cuestionada nuestra postura feminista o ser invitadas a emanciparnos cuando no queremos que nos toquen. En cada una de sus experiencias hay más de alguna mujer que se identificó y que, quizás no ahora, sino en sus tiempos, se anime a denunciar a su agresor, o contarle a una amiga, o buscar ayuda.
A las mujeres que han sido violentadas y guardan silencio: Respetamos sus tiempos y estamos para ustedes cuando decidan buscar ayuda o sacar la voz. Desde ya les creemos. Reconocemos que salir de una situación de violencia, incluso contarla, no es nada fácil Pero la única forma en que lograremos tener vidas libres de violencia es creando nuestras propias redes de apoyo, amor y solidaridad.
A todas:
Las abrazamos con amor y sororidad